Un gran y extensa muralla que rodea todos los terrenos reales separándolos de la Ciudad Epela y de la "plebe" (miembros del Pueblo).
Consta de seis puestos de vigilancias donde miembros de la Guardia Real vigilan en caso de que cualquier persona indeseable intenté entrar.
En sus extremos Norte y Sur se construyeron dos enormes puertas constantemente vigiladas, las cuales permiten ingresar y salir de los Terrenos.

Un pequeño pero bello río llamado "Topao" que atraviesa los Terrenos Reales en su Zona Oeste.

Al ser una de las extensiones del Río Vouri aquí llegan también gran parte de los peces que rodeas las aguas dulces de Siumakur.
La Realeza lo utiliza como zona de entretenimiento y pesca.

Incontables paredes de los arbustos más bellos y exquisitos del reino cuidado por los más expertos paisajistas de Siumakur. Una entrada y una salida...

Este Laberinto fue creado especialmente para el entretenimiento de la Realeza, en especial para los Infantes.

Hermoso y bello Jardín continuo al Laberinto de Arbustos; consta de grandes canteros, una hermosa y gran fuente de agua, bellas estatuas de formas extrañas (algunas con forma de los antigüos reyes y reinas de Siumakur) y muchísimas de las más extrañas, coloridas y extravagantes flores de Siumakur.
Lugar provisto de una incontable hermosura ya sea a los ojos de los Noknens, de los Saekares o de cualquiera de las otras razas del mundo.

Grande, hermosa e imponente construcción creada por la propias manos y poderes de los Saekares. Data sus comienzos junto con la creación del "Tratado de la Diplomacia" para homenajear a los nuevos reyes de su raza. Fue amueblado y decorado con los criterios del gusto artístico más exigente, después de la renovación que realizaron debido a la destrucción provocada por la invasión del ejército Noknen al crear el "Gran Acuerdo".
Fue testigo de grandes historias y tragedias, símbolo inmortal de la historia de Siumakur. Se dice que allí Freya creó a su primer semejante.